sábado, 18 de abril de 2020

DUELO

Algunos puntos para explicar a tu hijo la muerte de un ser querido.
Desde el principio de esta pandemia hemos visto como el número de muertos se multiplica a diario y también como en general todo el mundo evita hablar de la muerte. Ya no nos es común.La ocultamos.

Autor: Mar Cortina Selva
Imagen sacada de la portada del cuento:¿ Dónde está el abuelo?
 Autor: Mar Cortina Selva.

La muerte de una persona cercana es complicado de asimilar para un adulto y, como es natural, muy difícil de contar o explicar a los más pequeños.
Sin embargo, debemos hacerlo y tenemos que ser capaces de adaptar el mensaje a la edad de nuestros hijos para que lo puedan entender.

1.Atención a la edad
La capacidad cognitiva de los niños varía conforme van creciendo. En general podemos hacer cuatro grupos de edad en la que más o menos comparten características:
  • Los niños menores de 2 años: no tienen conciencia de la muerte, pero sí notarán una ausencia ,si la persona fallecida era muy cercana: un cuidador, un hermano, el padre, la madre…
  • Los niños de 3 a 6 años:perciben la muerte como algo reversible. No son capaces de comprender lo que significa el fin de las funciones vitales. Piensan que ellos mismos o sus padres no van a morir nunca.
  • Los niños de 6 a 10 años:son capaces de comprender el fin de las funciones vitales y se hacen idea de la irreversibilidad o insensibilidad.
  • Los preadolescentes de 10 a 13 años:comprenden perfectamente el concepto y los componentes que conforman la muerte. Pueden estar interesados por el “más allá” y les cuesta expresar sus sentimientos acerca de la muerte.

    Hay cuatro conceptos fundamentales que los niños tienen que entender y que son en los que nos tenemos que centrar al explicar:

2.Forma parte del ciclo de la vida
Los seres vivos nacen, crecen, se reproducen (o no) y mueren. Es un hecho. Lleva millones de años sucediendo y seguirá sucediendo cuando nosotros ya no estemos aquí. Vemos ejemplos de ello en todo lo que nos rodea: los animales, las plantas…

3.Cuando morimos el cuerpo deja de funcionar
Ni respira, ni siente, ni piensa ni nada. Simplemente las funciones vitales se detienen. No tiene nada que ver con dormirse: uno cuando se duerme sigue respirando, el corazón sigue latiendo y el cerebro teniendo actividad.

4.El por qué de la muerte
Toda muerte tiene un por qué: puede ser un accidente o una enfermedad. Uno no se muere porque sí: siempre hay una causa y es conveniente que los niños la conozcan. No hace falta dar el detalle fino, pero sí una explicación que no deje lugar a dudas de que no ha sido algo casual, de que uno no se muere sin más.

Es necesario que sepa que existe una causa física por la que morimos, porque si no le damos una explicación de lo sucedido o no alcanza a comprenderlo, elaborará su propia teoría, dejándose llevar por sus pensamiento mágico, lo que puede acabar generándole más angustia:
- “Mamá se ha muerto y a lo mejor es mi culpa, yo estaba muy enfadado con ella”.

Con estos cuatro conceptos claros, tenemos que centrarnos en cómo y cuándo hablar con ellos.

5.¿Cuándo hacerlo?
Debemos comunicar la noticia del fallecimiento lo antes posible y ha de ser una persona en quien el niño o la niña confíen, en un rato íntimo, hablándoles a los ojos, con cariño y con infinita paciencia.

6.Informar al colegio
En el caso de familiares o personas muy cercanas, es conveniente que el equipo pedagógico del centro escolar esté al corriente para que puedan tomar las medidas oportunas.

7.Decir la verdad
Es duro y difícil, pero hay que decir la verdad. Poco a poco, adaptada a la edad del niño, pero la verdad. Si no entienden qué significa una determinada enfermedad, habrá que decir que “estaba MUY MUY MUY malito”, para diferenciarlo de cuando ellos mismos o nosotros nos ponemos malitos. Una persona que tiene una enfermedad no se muere, pero si es una enfermedad MUY MUY grave, puede que sí. Si ha sido un accidente, también debemos recurrir al MUY MUY grave, para diferenciarlo de los accidentes que cualquiera puede tener en su día a día y que no son causa de defunción.

8.Creencias religiosas
Si tenemos creencias religiosas o creemos que hay vida más allá de la muerte, podemos explicarlas a los niños, pero no sin antes haberles explicado la realidad física.
Si no tenemos creencias religiosas y no hay más allá, ni cielo, ni reencarnación ni continuidad, es fácil explicar que la persona fallecida siempre vivirá en nuestro recuerdo.

En ocasiones, algunos adultos no tienen claro cuáles son sus propias creencias acerca de lo que sucede después de la muerte y, por eso, pueden evitar hablar de ello con los niños.
Sin embargo, lo que hacemos es complicar las cosas. No importa si tenemos dudas o si no tenemos respuestas para todo: los niños pueden escuchar de nosotros que en realidad no sabemos lo que hay después de la muerte y que nadie lo sabe verdaderamente.
De lo que se trata es de saber reconocer nuestras propias limitaciones, de acercarnos al
niño no como “sabedores” de todo, sino como personas también limitadas, con dudas y con preguntas sin resolver. Hay misterios en la vida que son iguales para todos.

9.Sentimientos
Somos el modelo que los niños copian y siguen. Si nosotros tratamos de ocultar nuestros propios sentimientos, los niños nos copiarán. No hay nada de malo en llorar para expresar nuestro dolor ni, por supuesto, hay que evitar que los niños lo hagan si así lo sienten. Forma parte de las emociones que es lógico sentir.

10.Ritos
A partir de los 6 años más o menos, podemos dejar que los niños participen en los ritos de despedida. Como es lógico, hay que explicarles todo lo anterior previamente y también hay que explicarles el rito (velatorio, entierro, etc) que se va a llevar a cabo para que puedan integrar más fácilmente la muerte en un tiempo y en un espacio.

11.¿Qué debemos evitar decir a los niños?
  • Morir es igual que dormir: puede generar miedo a dormir.
  • Que cuando una persona muere, no está realmente muerta: por que hay una esperanza de volverlo a ver y esto es un obstáculo para elaborar el duelo.
  • Que Dios se lleva a las personas a vivir con él, porque los necesita: el niño puede pensar que también se lo puede llevar a él.
  • Que la persona que falleció se fue a un largo viaje: deja abierta la idea dando una sensación de esperanza de volver a verlo.
  • Que fue al hospital y ya no volvió: puede generar miedo a ir al médico o a un hospital.
12.Respuestas ante la muerte.
  • Negación:Algunos niños parecen estar contentos y juguetones después de enterarse del incidente, como si la pérdida no les hubiera afectado en absoluto.La realidad es que esta negación indica que el niño siente un dolor tan profundo que intenta levantar un muro para que la muerte no le afecte.
  • Ansiedad: Algunos niños sienten miedo a que esto les vuelva a pasar. A veces se refugian en algún juguete.
  • Culpa: Es muy fácil que un niño le eche la culpa a algo o a alguien, incluso a sí mismo por la muerte de uno de los padres o de un hermano.
  • Cólera o Ira: Sentirse enfadado con la persona que falta o con las personas cercanas, por entender que se podría evitar o que  provocaron ese desenlace.
13.Algunas sugerencias de apoyo durante el duelo:
  • Paciencia:necesitan expresar sus sentimientos. Esto no significa dejarles hacer lo que quieran. Los niños necesitan límites.
  • Hablar sobre las emociones:Permitir que expresen sus sentimientos,sus miedos..
  • Utilizar el juego: En los juegos los niños escenifican lo que existe en su mundo interior, sus temores sus miedos y sufrimientos. la risa y el juego son para el niño tan necesarios como el llanto.
  • Dibujar:A través del dibujo el niño proyecta sus preocupaciones, sus sentimientos,su estado de ánimo. Podemos preguntarle acerca de los detalles. A quienes dibujó,que están haciendo,donde están,como se sienten,etc
  • La lectura: La lectura de cuentos adecuados puede ayudar a nuestros niños a entender la soledad,la pérdida de un padre, y otras emociones.(La Cenicienta, Blanca Nieves, Hansel y Gretel)

Álgunos libros que nos pueden ayudar:
  • Osito y su abuelo– Gray N. (3-5 años
  • Así es la vida- Ana-Luisa Ramírez Giménez- (3-6 años) .
  • Para siempre -Camino García Calleja (3-6 años)
  • El árbol de los recuerdos-Britta teckentrup (4-7 años)
  • ¿Donde está el abuelo?-Mar Cortina Selva (6-9 años)
  • Yo siempre te querré- Hans wilhem (6-9 años)
  • Caracoles, pendientes y mariposasBlanca Alvarez  (9-12)
  • Te echo de menos– Paul Verrept. (9-12 años)
  • Mamá, ¿qué es el cielo?– Shriver M..(9-12 años)
                          
(Este documento recoge partes de un manual más extenso sobre como abordar la muerte y el duelo en los mas pequeños.Para más información puede acceder al documento original a través de la siguiente pagina WEB)
  
Explícame qué ha pasado: guía para ayudar a los adultos a hablar de la muerte y el duelo con los niños”https://www.fundacionmlc.org/wp-content/uploads/2018/12/guia-duelo-infantil-fmlc.pdf







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.